La juguetera Imaginarium ha creado una nueva línea de negocio enfocada en las impresoras 3D. Esta iniciativa está basada en que sean los propios niños los que diseñen sus propios juguetes.
Si en el anterior post, vimos como es posible imprimir casas y coches, en este nos adentraremos en un mundo en el que gracias a una imaginación sin límites y a las impresoras 3D, se pueden cumplir los sueños de los niños. Efectivamente, estamos hablando de los juguetes.
Ahora nos detenemos en una pregunta, ¿cómo es posible que un niño pueda diseñar y crear su propio juguete? Con las impresoras 3D y, por el momento, gracias a Imaginarium, es pan comido.
Imaginarium ha visto el filón y ya ha lanzado una iniciativa que anima a los más pequeños a diseñar sus propios juguetes. La juguetera ha lanzado una línea de coches y joyas impresos en tres dimensiones sobre plástico biodegradable que los niños pueden diseñar y personalizar en sus propios ordenadores para después recibirlos a domicilio.
Este aspecto, no hace más que demostrar la gran utilidad y versatilidad de las impresoras 3D y añadir un producto y un "nuevo nicho" de mercado a su ya larga lista de posibilidades.
Y es que, esta gran propuesta de Imaginarium no es más que el principio de la gran revolución que en los próximos años va a sufrir el sector de la juguetería, donde poco a poco pasaremos de ver a todos los niños con los mismos juguetes, a ver a todos los niños con sus juguetes únicos y exclusivos creados por ellos mismos.
Imaginarium ha sido la primera juguetera en subirse al tren de las impresoras 3D, pero esto sólo es la primera estación y, estoy seguro, de que próximamente veremos como más empresas de este sector se irán sumando a esta realidad.
